Entrevista al Dalai Lama - Elpais.com

Respuesta. En Lhasa vivían 300.000 personas, y hoy, las dos terceras partes de la población son chinas. Con el ferrocarril [a partir de julio de 2006] llegan diariamente unas 4.000 personas, muchas de las cuales se quedan en Tíbet. Está bien que vengan turistas, pero también llegan trabajadores no cualificados que se quedan. Crece la nueva población, y los tibetanos ya son minoría en su propia tierra. En educación se insiste en enseñar el idioma chino, y a los padres se les dice que sus hijos estudien chino. La lengua tibetana se está dejando de usar. Tíbet sufre un genocidio cultural. Tíbet está en peligro de extinción.
R. Con mi muerte se dará un paso atrás. Será un choque mental y emocional para muchos tibetanos. Pero el espíritu seguirá: la cuestión tibetana es tibetana, no del Dalai Lama. Por eso introduje la democracia y hay elecciones cada cinco años. Yo digo a los tibetanos que deben actuar como si no hubiera Dalai Lama. Deben asumir su responsabilidad. Nuestra lucha es justa y al final ganaremos.
R. En los monasterios pueden trabajar con tecnología. Estamos preocupados por la población, que no crece. Los monjes y las monjas deben asumir la responsabilidad de tener más hijos y dejar los votos para más tarde. Se puede ser budista laico, con mujer e hijos. Y volver al monasterio más tarde.
R. El concepto de la reencarnación viene del karma, de la ley de la causalidad, que es algo científico. Los científicos dicen que no saben. Yo les digo que eso no es cosa suya, que es una cuestión de los budistas. Los budistas tenemos algunas explicaciones, incluidas algunas experiencias. Es difícil de probar.
P. ¿De qué habla en sus entrevistas con otros líderes religiosos?
R. Siempre hablo de valores humanos de armonía religiosa. Una vez, un primer ministro de Suecia me dijo que el problema de Tíbet era asunto de su ministro de Exteriores, que él quería hablar de espiritualidad. Con Juan Pablo II, desde la primera reunión estuvimos de acuerdo en la necesidad de que hubiera plena armonía entre las religiones, que había que introducir más espiritualidad en la sociedad. También hablé alguna vez con él de Tíbet. Yo siempre digo que hay que estudiar mucho, ampliar la mente, que no es suficiente con rezar y cerrar los ojos. La religión racional sin conocimiento se convierte en religión irracional. Es una lástima.
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